domingo, 7 de julio de 2013

La otra Ximena Fuentes


Mas que a Emetra, mas que a la SAT y mas que al pecado, le huyo a las deudas. 
Será porque soy olvidadiza e irresponsable. 
Y, encima, re miedosa al compromiso. Y porque DETESTO los cobros y sus implícitas persecuciones. 
Así que me extrañé muchísimo cuando empecé a recibir notas de cobro del Banco de Chile a mi correo. De eso ya hace un par de años. 
Después de un poco de research, comprendí. Ella se llama Ximena Fuentes y vive en Atofagasta. Tiene 49 años y, aparentemente, no es nada organizada con su pisto (hecho que, creo, ha de venir implícito con el nombre...). Me molestaba mucho recibir los cobros: del banco, de las cuotas de su carro, de sus proveedores. Finalmente la encontré en Facebook, le escribí y hasta se disculpó. Compartimos un par de bromas alguna vez. Y, de pronto, le perdí la pista. No mas cobros (que bueno por ella, pensé). Hasta hace un par de meses. Me sorprendió ver que estos nuevos cobros los emite el Instituto Nacional del Cáncer. Le piden que pague el tratamiento de quimioterapia al que se sometió el año pasado. Y ella no responde. Y me genera el sentimiento más extraño que he tenido en mi vida. Yo que, en nuestra última plática electrónica, había bromeado con ella sobre el hecho de que nuestra historia parecía película de Hollywood. Ella escogió ser interpretada por Merryl Streep. Yo escogí a Natalie Portman (aguanten). Hoy, le pido a Dios este no sea el final de la película.

No hay comentarios:

Publicar un comentario