sábado, 13 de febrero de 2016

Pena de amor (en blanco y negro)

La única vez que vi bailar a mis viejos fue una de Blades. Treinta segundos de abrazo, una vuelta frente a la estufa y al compás de aquella que dice "dime cómo me arranco del alma esta pena de amor". Y cuál otra iba a ser, no? 

 

Pena. Pena de amor. Eso es justamente lo que sentí al verla allí, parada frente a la multitud que asistió al entierro. Verla vestida mitad de negro y mitad de blanco-como sucede con el amor y el odio-dando un discurso de despedida que ni Blades-poeta del pueblo- hubiese logrado. "Él fue siempre mi pareja, mi amor". 

Después de veintitantos años divorciados, escuchar que mi madre se refería a él-mi viejo-de esa manera me llegó al alma. 

 

De blanco y negro iba vestida también el día en el que mi papá le dijo: "Tengo una pensión en el IGSS. Cuando me palme, esa mierda se va a perder porque soy soltero. Pero, si te querés casar otra vez conmigo te tocaría a vos". 

A mi hermano y a mí-atónitos testigos-nos dió por reir a carcajadas ante tan romántica propuesta. Ella no respondió hasta pasadas un par de cuadras: "De cuánto decís es la pensión?"-sin inmutarse. "Mamá! Ni porque fuera de tres millones de dólares diarios!"-"Si, ya sé, yo chingando estaba"-"Y entonces, no te querés casar conmigo?". Y todos en silencio. 

 

En silencio estábamos también hace unos meses, mi hermano, mi madre y yo -los aún sobrevivientes- en el banco escuchando a la señorita de Atención al Cliente: "...como les dije, para accesar a las cuentas del Sr.Fuentes pueden hacerlo por medio de un poder a nombre de los hijos o de la esposa"-"Era soltero"-"No, no era. Yo soy la esposa"-"Puta! Se volvieron a casar! Madre!"-"Sho" (en calladito mientras mi hermano se agarraba la cara con las manos). No queda otra que reirse. Reirse del susto y del gusto. "Mano,que enfermos!"-"Sho,te dije". 

 

Se habían casado de nuevo. A escondidas, como la primera vez.  "...fue hace un par de años y no les dije nada porque se iban a reír de mí. Yo lo quería y a ustedes, qué chingados les importa?"-Los tres nos carcajeamos, inquietando la paz artificial de la agencia bancaria. Ella lo quería. Siempre pude verlo en sus ojos, ojos que refelejan una tristeza indecible desde el día en el que la muerte decidió separar sus vidas. Tristeza indecible que entiendo es "la pena de amor que me dejó tu despedida y que no me deja ya soñar. Y que muerto en vida me va a dejar (ay, dime cómo me arranco pa' siempre el inmenso dolor de esta pena de amor)". 

 

Amor. Amor con sus penas y sus carcajadas. Qué jodidos sabe el IGSS de eso?. 

 

Salí del banco y busqué a Blades en las listas de iTunes. "Pena de Amor", buy now. (Continuará).