domingo, 25 de octubre de 2015

Jaque Mate (de perder y ganar)



Jaque Mate.

"No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca, jamás, sucedió". Y es que Sabina tiene siempre razón.

El también me lo dijo mas de alguna vez con esa voz que sigue sonando en mi cabeza, dándome una fuerte sensación de resaca.
Añorar. Y seguramente nos pasa a los dos: añoramos esa relación que casi casi existió.

Las miradas, los besos escondidos, los nudos en la panza y las chispas. Las chispas nunca mienten. Pero no-no nos confundamos-esto nunca jamás sucedió. Y es así como preferimos vivir, como que nada pasó.

Ambos-porque fuimos los dos-decidimos dar la bienvenida al maldito fantasma de la añoranza, ese que habrá de conjugarse en nuestro verbo de hoy en adelante. Yo añoro. Tu añoras. El y ella añoran. Nosotros añoramos. "Y vosotros sois un par de cobardes"-murmuró el peón mientras levantaba la ceja en señal de desdén.

Terminar algo que nunca empezó. Lo único que se me ocurrió fue dar por concluido el asunto-asunto que realmente nunca sucedió-con un resignado apretón de manos. Sí, justo así como cuando se cierra un trato. Justo así como se hace un pacto. Justo así como todo esto-que no fue nada pero lo fue todo-empezó. "Seamos amigos, entonces"- alcancé a decirle sin que se me quebrara la voz. Respiré y logré alzar la mano-mano que pesaba como hierro. Su respuesta fue una mirada esquiva. Y luego un par de besos.

Jaque. Y justamente eso ha de ser lo que nos gusta: sabernos rivales dignos. Dignos de jugadas maestras en esta partida que no quiere terminar. O, por lo menos, no hoy. Jugamos al todo: blanco o negro, con todo riesgo y perdí. Perdí y sigo cargando el enorme cúmulo de actos fallidos que me dejan con mas preguntas que respuestas. Ese fue mi premio.

Mate. Bajar la vista y emprender el solitario viaje de vuelta con un enorme vacío en el pecho. Anhelos a futuro, expectativas secretas y ochocientos noventa y ocho besos arrugados ahora dentro de una maleta que les queda demasiado estrecha.
Lo que hice. Lo que no. Mis intentos, el fracaso y una sola parte de esta historia que era de dos. Jaque mate.

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