domingo, 18 de octubre de 2015

Desde que estás aquí (un humilde agradecimiento)

Llegaste en el momento perfecto. Perfecto porque nadie mas llegó.

Todas mis certezas estaban muertas. En mi alma, los amores, las justicias y los destinos estaban derrumbados.

Y vos llegaste. Llegaste y me obligaste a creer de nuevo.

 

Has pasado por esto también. Digo, conocés de cerca el desarraigo y los cambios de plan. Ya no le tenés miedo al destino y sus azares. Y sobreviviste.

Sobreviviste a cada tropiezo y a cada viaje. Sabés también que los mapas no sirven de mucho y podés reirte a carcajadas de lo incierto.

A carcajadas. Y fue justamente así como coincidimos hoy. Justamente así como sobreviví: a carcajadas y a tu lado.

 

Y digo a tu lado pero la expresión se queda corta, porque saberme pasajera permanente de tu corazón es un privilegio. Pasajera y testigo. Y ese es un verdadero honor.

Coincidimos hoy-después de tanto-sabiendo que todo lo que ha pasado vale la pena pues estás conmigo y yo con vos y que lo demás no importa. No importa: ya recogeremos los pedazos de esas ilusiones quebradas para luego construir. Construir a carcajadas.

 

Y es que es justamente eso lo que amo de tu compañía: que construimos memorias todas y cada una de las veces. Eso y la certeza de la cotidianidad compartida. Todo estará bien si estás.

 

Te lo dije alguna vez: me fregaste. Tu amistad me cambió el paradigma del querer. Desde que llegaste, toda cercanía será medida con una nueva vara. Vara que seguís elevando.

Ahora se que no quiero menos que una amiga que me acepte despeinada y quejumbrosa, burlona y acompañada de miedos. Una amiga que me respete libre pero acompañe mi vuelo y no se asuste si nos toca caer. ("Quien te quiera a vos tiene que entender que no sos de nadie y que ese es justamente tu encanto"-me dijiste aquella vez. Así de mucho me conocés).

 

Y la charla de siempre:  Que todo es pasajero. Que vas a irte pronto. Que no querés quererme mas. Que le temes al final.

Y yo te respondo que mil veces te has ido y has vuelto ya. Que somos prueba de que la distancia no importa. Que no jodás, que la amistad prevalece. Que las promesas que hagamos están de más. Que el presente es todo lo que tenemos.

 

El presente y la certeza de seguir adelante. Juntas.

Porque lejos o cerca, no te vas. No te vas porque tenés sembrados en mí sueños nuevos. Sueños de los que hemos hablado, de los que nos hemos reído a carcajadas. Sueños que cumpliremos juntas. Porque-recordate-sos partícipe. Sos pasajera vitalicia de mi corazón y también testigo permanente de lo que construí desde que llegaste, porque antes no tenía nada.

 

Y es que todo es mejor desde que estás aquí.

 

 


No hay comentarios:

Publicar un comentario