domingo, 21 de junio de 2015

El juego de la distancia: de ese viejo que dabe ser recuerdo

A veces, mi viejo está bien.  Y juega con mis hijos, se toma su litro de cerveza en el almuerzo y me hace casi orinar de risa con sus ocurrencias.
 
A veces no está bien y tiene el ceño fruncido, los ojos perdidos y hace preguntas necias y babea.  Y es que hace algunos años, mi viejo se enfermó. Se enfermó de distancia y solo algunas veces es que logra regresar.
Hola. Adiós. Este es el juego de la distancia. Estar y no.
 
Pero yo lo quiero igual.
Y, mas seguido de lo que me gustaría, se me quiere salir el amor.
Pero no siempre lo dejo.
A veces por que me las llevo de fuerte. Otras porque temo que el viejo ese no escuche (y es que la sordera es también un efecto de la distancia).
 
Uno de mis recuerdos reiterativos de la infancia es  la amenaza que miles de veces ha hecho mi papá: "Mija, ya me vo'a morir. Esta es mi última navidad" (o cumpleaños o día del padre).
"Ya vas vos, la misma casaca de siempre y no hay modo"-respondo.
 
Será que lo escucho muy seguido o que van  ya varios sustos o, simplemente, que mi papá es tan genial que trascenderá la muerte.
 
Pero hay días en que creo no tardará mucho mas. Hoy es uno de esos.
"Hiciste un buen trabajo, a pesar de todo" le quiero decir. "Mirame, me diste tan buen ejemplo que crecí y también quise formar una familia".
 
Y decirle:  "sigo tu ejemplo a veces. También me gusta hacer reír  a otros . Y soy franca y uso formas inadecuadas para solucionar mis problemas y luego las cuento para que otros se rían. "
Y "a veces siento verte en mí: las piernas cortas, el brillo canijo de los ojos y la carcajada recia e impertinente. Ha de ser que me parezco a vos, no viejo?"
 
Y "si algún día escribo un libro, seguro llevará varias citas tuyas". Así de sencillo. Así de importante. Vos que me decís princesa y yo que me la creo aun a mis casi cuarenta.
 
Viejo. Tu distancia ha sido demasiado larga y hoy confieso que no se si te extrañaría si no estuvieras.
Quizá solo pensaría que te fuiste a un lugar mejor. Y ya.  
 
Que los padres son ejemplo, dicen . Al día de hoy no lo tengo claro todavía: no se si vos sos ejemplo de algo,  pero te digo que seguro has sabido ser recuerdo.
 
Recuerdo de miradas cómplices, de manos grandes que igual sirvieron para corregir que para acariciar y de miles de carcajadas sonoras. Miradas, manos y carcajadas que hoy son recuerdos. Recuerdos cercanos, a veces. Recuerdos distantes, casi siempre. Es como estar y no. Y es que así es como juega la distancia.
 

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