Se fué sin nada y regresó felíz, orgulloso y con plata. Ojalá esto también fuera posible para los millones de chapines que se ven obligados a emigrar. Felicidades Erick.
-Escrito para Erick Barrondo-
2)
Yo también fui inmigrante.
Y, como
inmigrante, llevo en mi corazón lecciones y cariños de ese lugar al que llamé
hogar por unos años.
Y, como inmigrante, me sé capaz de empezar de cero.
Y me
sé de huevos.
Y, comprendo el desarraigo la nostalgia.
Y valoro el esfuerzo y
el trabajo.
Y veo la vida como un viaje que hoy me lleva y mañana me trae de
vuelta.
Y yo, como cualquier otro inmigrante, también me siento más cerca
cuando estoy lejos.
(Desde un lugar lejano a mi casa, les deseo, amados y
valientes amigos, un feliz regreso)
-A mis amigos Luisa y Alejandro y a mi hermano que son migrantes.
Costa Rica, enero 2013-
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